Mensajero
¿Cómo saber si se tiene vocación? Dios nuestro Señor hace oír su voz de varias maneras: en un rato de oración, a través de las palabras de una persona o de un libro, etc. Suele surgir una inquietud que, si perdura un poco, será buena señal de que Dios desea algo. Desde luego, habrá que consultar a personas entendidas. Por ejemplo, si se trata de vocación a carmelita, habrá que comentarlo con carmelitas.
¿Cuál sería el proceso interior de una vocación? Se puede resumir así: en primer lugar Dios nuestro Señor agranda el corazón del elegido. Esta persona descubre en su interior un nuevo afán de amar a Dios y al prójimo, y responde afirmativamente a la llamada divina. Entonces el Señor premia la entrega generosa de la vida con los dones propios de esa vocación y con una mayor capacidad de amor que Él llena. Y el corazón rebosa de alegría.
¿La vocación y el amor se relacionan? La vocación está muy ligada al amor. Es prueba del amor de Dios al elegido, y requiere que el escogido ame a Dios y a los demás:
- La vocación lleva consigo muchos dones que son un gran bien para la persona elegida. Quien recibe una vocación divina puede estar seguro de que Dios le ama especialmente.
- La vocación es una llamada que exige una respuesta generosa por parte del elegido, que deberá prescindir de otros planes para dedicar sus energías a la nueva tarea encomendada. La aceptación de la llamada es consecuencia del amor a Dios y deseo de servirle.
- La vocación es una llamada para realizar una tarea especial. Y esta misión siempre incluye contagiar a otros el amor divino.
- Con la vocación el Señor otorga las gracias necesarias para llevar a cabo la misión correspondiente. Por tanto, la vocación ensancha el corazón del elegido haciéndolo apto para recibir un mayor Amor divino que luego deberá difundir.
¿Cuáles son los dones propios de una vocación? En general el mayor amor de Dios en el alma que proporciona una alegría especial y una capacidad mayor de contagiar ese amor a otros. Además, con la vocación se reciben los dones necesarios para cumplir la nueva misión encomendada. Por ejemplo, el Papa al ser elegido recibe el don de la infalibilidad, necesario para guiar a los cristianos.
¿Qué sucede a quien responde negativamente a la llamada divina? Se queda triste. Pues su corazón había recibido una mayor capacidad de amor que no fue llenada. Es tristeza similar a la del egoísta que empequeñece su corazón.
\"Piedras de escandalo\"
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