Domingo XII

22.05.2010 23:55

 

  • . La confesión de fe de Pedro
     
  • El centro del texto evangélico de este domingo es la pregunta: Y ustedes ¿quién dicen que soy yo?
  • Subraya Lucas que esta pregunta la hace Jesús en un contexto de oración. Recordemos que Lucas es quien describe con frecuencia a Jesús en actitud orante.
  • Jesús es el centro del relato: quién es Él. La pregunta y respuesta está ubicada en:
    - un lugar solitario,
    - con los discípulos,
    - en clima de oración.
  • Jesús no se queda sólo con la respuesta de la opinión de la gente sobre él. Busca una respuesta del grupo de los discípulos. Espera una respuesta más comprometedora.
  • El Mesías de Dios. El Ungido, Cristo, como sacerdote, profeta y rey.

    2. La primera predicción de la Pasión

     
  • Jesús no busca triunfalismos ni aplausos. Quiere, sobre todo, que sus discípulos comprendan lo más claramente quién es Él y cuál es su misión. Por eso, les prohíbe publicar la confesión de Pedro (v. 21).
  • Jesús va manifestando su ser y su hacer, su identidad y su misión. Y describe los rasgos propios del Mesías, que el mismo Jesús quiere asumir. Para ello, se basa en la descripción del profeta Isaías (capítulo 53) sobre el Siervo de Yavé.
  • Después de tanto sufrimiento (vs. 2-10), el profeta exclama: Mi siervo, el justo, traerá a muchos la salvación (v. 11).
  • Jesús es el verdadero Siervo, que asume los pecados de la humanidad y a todos trae la salvación. Éste es el misterio del Mesías, - el misterio de la cruz - que los discípulos no lo comprenderán sino a la luz de la resurrección de Jesús.

    3. Condiciones para seguir a Jesús

     
  • Son sentencias claras y duras que Lucas recoge y pone en labios de Jesús.
  • Son condiciones que Jesús pide a sus discípulos:
    - renunciar a sí mismo: despojarse del egoísmo y de los intereses personales;
    - cargar cada día la cruz: afrontar los sufrimientos de la vida;
    - seguir a Jesús: como Él asumió la cruz que le impusieron: con su estilo, talante y actitud; no dejarse doblegar por las cruces; seguir, aprender y sentir que el Señor está cargando con nuestras cruces más que uno mismo.
  • La cruces de la vida, el fracaso aparente (el que quiera salvar su vida, la perderá... ), la humillación, etc... son caminos necesarios para llegar a ser como Jesús.
  • En eso consiste el “secreto o misterio mesiánico”, la “sabiduría de la cruz”:
    - Mientras los judíos piden milagros y los griegos buscan sabiduría, nosotros predicamos a un Cristo crucificado que es escándalo para los judíos y locura para los paganos. En cambio, para los que han sido llamados, sean judíos o griegos, se trata de un Cristo que es fuerza y sabiduría de Dios. Pues lo que en Dios parece locura, es más sabio que los hombres; y lo que en Dios parece debilidad, es más fuerte que los hombres (1 Cor 1, 22-25).